Autonomía y sistemas sin tripulación
La tecnología está transformando la forma en que los humanos y las máquinas trabajan juntos.
Humanos y máquinas: se necesitan
La fusión de la capacidad de las máquinas y la conciencia humana ya está ocurriendo. No hablamos de cíborgs de suspense de ciencia ficción, sino de soldados que trabajan junto a convoyes autónomos en el campo de batalla.
Ya no se trata de quién es el mejor (máquina o persona) para el trabajo, sino de quién forma el mejor equipo.
Esta nueva área de colaboración hombre-máquina incluye cuatro tipos de equipos.
Trabajando juntos
En este tipo de asociación, existe una conexión de radiofrecuencia constante entre el controlador y el sistema.
Un ejemplo es el Sistema de Apoyo a la Misión de Escuadrón (SMSS™). Este vehículo transporta suministros y equipo para tropas desmontadas, aligerando su carga. No lleva conductor en el sentido tradicional. En su lugar, un escáner LiDAR en la parte delantera escanea su entorno y crea un mapa 3D del entorno que lo rodea, incluyendo la altura y el tamaño de su operador u otra persona.
El sistema funciona mejor como miembro de un equipo de un escuadrón o pelotón en dos tipos de escenarios:
- Siguiendo a una persona, puede viajar con una unidad y proporcionar reabastecimiento instantáneo de alimentos, agua y municiones, así como llevar paquetes y equipos pesados para evitar que las tropas se cansen antes de alcanzar su objetivo.
- Siguiendo una ruta previamente recorrida, SMSS™ puede navegar de forma autónoma utilizando GPS entre un escuadrón o pelotón en el campo y el campamento base para mantenerlos bien abastecidos.
“Esta colaboración permite a nuestras tropas trabajar fuera de la base durante un período prolongado con los suministros necesarios para completar su misión”, afirmó Don Nimblett, gerente de desarrollo de negocios de sistemas autónomos. “Se trata de una auténtica colaboración hombre-máquina de primer nivel”.

Pilotado remotamente
La "familia" pilotada remotamente consiste en tecnología operada por una persona en otro lugar. Este tipo de equipo mejora la vigilancia, la seguridad y la eficiencia.
Indago, un sistema aéreo no tripulado (UAS), es un ejemplo de tecnología de pilotaje remoto. Con un peso inferior a dos kilos y medio, Indago cabe fácilmente en una mochila y puede despegar en tan solo dos minutos y medio. Su sucesor, Indago 3, puede alcanzar una velocidad de crucero de hasta 40 km/hy operar a temperaturas que oscilan entre los 1 °C y los 48 °C.
Más allá del potencial de entregar un paquete a tu puerta, Indago ya está mapeando la tierra, ayudando a los bomberos y localizando personas desaparecidas, entre otras tareas útiles.
“Cuando los equipos de primera respuesta y los combatientes están en movimiento, Indago puede ver lo que les espera”, explicó Emily Jones, piloto de drones. “Puede recopilar información en tiempo real en lugares peligrosos a los que las aeronaves y los vehículos terrestres tradicionales no pueden acceder”.
Teoría computacional de la mente
Investigadores de MT DIAMOND exploran cómo aumentar la colaboración entre enjambres de vehículos aéreos no tripulados (UAV) y sus operadores mediante la aplicación de la Teoría Computacional de la Mente, que modela la mente humana como un conjunto interrelacionado de módulos que representan las creencias, deseos e intenciones del ser humano.
En las zonas de combate actuales, la guerra electrónica se utiliza para impedir la comunicación entre los miembros del equipo. Al aplicar la Teoría Computacional de la Mente, los vehículos no tripulados pueden comprender la intención de un operador humano incluso sin comunicación en tiempo real, cuando el operador trabaja sin conexión y los UAV deben resolver problemas por sí solos.
Viajes dentro
La tecnología inteligente está cambiando la forma en que viajamos y operamos vehículos. Por ejemplo, considere la aplicación de equipos hombre-máquina en la industria de la aviación.
“Un sistema autónomo puede ser el mejor copiloto del mundo”, afirmó Mark Ward, piloto de pruebas que trabaja en la investigación sobre autonomía. “El sistema puede intervenir y pilotar la aeronave cuando el piloto necesita centrarse en otras tareas estratégicas, como operar un sistema de armas altamente complejo”.
Una tecnología que está revolucionando esta dinámica de equipo es MATRIX™. Este conjunto de herramientas está diseñado para integrarse con los sistemas existentes dentro de un helicóptero y, en cuestión de milisegundos, proporciona datos en tiempo real para:
- Ayuda a aterrizar en entornos visuales degradados
- Actualizar las necesidades de salud y mantenimiento del vehículo.
- Crear conciencia sobre los problemas y obstáculos climáticos.
- Realizar comprobaciones durante el vuelo
- Ejecutar procedimientos de emergencia
Al reducir la carga de trabajo y los errores del piloto, esta asociación mejora el rendimiento general y la seguridad durante las operaciones críticas.
Autonomía de la confianza
Todos sabemos que la confianza es el aspecto más difícil de cualquier relación. Así que imagina confiar en una máquina para que realice un trabajo impecablemente a millones de kilómetros de distancia en el espacio.
Eso es exactamente lo que está haciendo el equipo de la nave espacial OSIRIS-REx. OSIRIS-REx viaja más de 1000 millones de kilómetros para tomar muestras del asteroide Bennu y traerlas de vuelta a la Tierra.
Para llegar a Bennu, el equipo de navegación de OSIRIS-REx evalúa la ruta o trayectoria óptima.
Periódicamente, es necesario realizar maniobras para mantener la nave espacial en la ruta prevista, similar a introducir una ruta predeterminada en el sistema de navegación de un coche. Estas secuencias de maniobras son solo un ejemplo de las muchas tareas que la nave espacial debe realizar de forma autónoma, ya que no está en comunicación constante con la Tierra.
“Con tiempos de enlace de comunicación de varios minutos entre la Tierra y la nave espacial, la autonomía es fundamental para todas las actividades que se ejecutan en el vehículo OSIRIS-REx”, explicó Josh Wood, Jefe de Diseño de Sistemas de OSIRIS-REx. “Al seguir con precisión todas las órdenes enviadas por el equipo, OSIRIS-REx también sabe cómo actuar de forma autónoma en caso de emergencia”.
En los próximos meses, el equipo coreografiará un conjunto de maniobras que OSIRIS-REx deberá seguir mientras sobrevuela la Tierra este otoño en su camino a Bennu.
Las nuevas formas de trabajar en equipo permiten que humanos y máquinas hagan más juntos de lo que podrían hacer por sí solos. Y esto es solo el comienzo.